Abel Moreno, el compositor de marchas procesionales más famoso
El onubense Abel Moreno Gómez es, de entre los compositores de la historia de la marcha procesional, el más popular.
Su obra se ha extendido por toda la geografía española, traspasando incluso sus fronteras, siendo interpretadas en alguna que otra ciudad de América latina.
Comienza sus estudios de música influenciado por su padre, director de la banda de música de su pueblo natal.
A los 16 años de edad ingresa en la Banda de música de la Academia de Infantería de Toledo como trompeta. En Aragón, realizó estudios superiores de música en el Conservatorio de Zaragoza, entrando a formar parte del Cuerpo de Directores del Ejército a partir de 1975, año a partir del cual estuvo al mando de distintas bandas de música.
En 1984 llega a Sevilla, ciudad que gracias a su labor ve incrementado su repertorio de música procesional con muchas composiciones nuevas. Es en este mismo año cuando entra como director de la Banda de Música de la División Mecanizada Guzmán el Bueno nº 2, conocida como Soria 9. Abel Moreno fue consciente de los recursos que se habían puesto a su alcance: una banda de gran técnica, la ciudad con sus cofradías y sus hermanos costaleros, deseosos de poder contar con marchas que les hicieran sentir cómodos en la calle, y una industria germinante, conocedora de las posibilidades de este tipo de música.
Sus marchas son sencillas, agradables al oído e interpretables para cualquier tipo de banda. Con «Hermanos Costaleros» compuesta en 1985 se establecen los principios de su estilo, el cual queda consolidado en obras posteriores como son «Cristo de la Presentación» de 1985, «Macarena» de 1988, «Madre de los Gitanos Coronada» de 1988, las marchas fúnebres de «Al Señor de Sevilla» compuesta en 1988 o «Cristo de la Agonía» en 1991 y la obra que lo encumbró, «La Madrugá» firmada en 1987.
También ha compuesto parte de la banda sonora de algunas películas, una de ellas la conocida Alatriste (2006).